Con la llegada del otoño y el descenso de las temperaturas se hace necesario integrar en nuestra dieta alimentos que refuercen nuestras defensas tal como se indica en https://isimylo.com/importancia-y-beneficios-de-consumir-naranjas/ donde se describe la repercusión positiva de la naranja en nuestro organismo, regulando el colesterol, evitando la anemia, reforzando los huesos, cuidando la piel…
Es por todos sabido que la vitamina C de la naranja convierte a esta fruta en una de las imprescindibles en nuestra despensa, especialmente en otoño e invierno, otorgando gran bienestar al cuerpo y previniendo de posibles enfermedades.
El periodo de transición entre el verano y el otoño afecta directamente a nuestra salud, notamos abundante caída del cabello, nos sentimos más apáticos, más cansados, con problemas de insomnio y como es habitual suelen aparecer los primeros catarros. Lo normal es medicarnos pero nosotros siempre abogamos por la prevención a través de una alimentación sana, equilibrada, con productos de temporada y de proximidad.
Retornar a la dieta mediterránea y aprovechar los recursos naturales de nuestra tierra es una garantía de calidad y un seguro de vida, según los expertos.
Consumir dos naranjas al día nos proporciona entre 100 y 150 mg de vitamina C que es la cantidad necesaria para cubrir las necesidades diarias que tiene un cuerpo adulto.
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